Kurt Vonnegut, Jr. nació en Indianápolis el 11 de noviembre de 1922, descendiente de raíces alemanas.
Su bisabuelo paterno, ex vendedor de textiles, se fue de Ámsterdam para instalarse en Indianápolis y fundó una gran ferretería. Su padre y su abuelo se hicieron arquitectos y diseñaron importantes edificios.
Su madre era de belleza notable y su familia alemana, los Lieber, se encontraban entre las más ricas de la ciudad gracias a una fortuna derivada de una exitosa cervecería.
La seguridad financiera y la prosperidad social que alguna vez disfrutaron los Vonnegut fueron destruidas en cuestión de años. La cervecería cerró en 1921 tras la llegada de la prohibición. Luego con la Gran Depresión, pocas personas podían permitirse el lujo de construir, lo que provocó que escasearan los clientes del estudio de arquitectura del papá de Kurt. El hermano y la hermana de Vonnegut habían terminado su educación en escuelas privadas, pero a él le tocó estudiar en una escuela pública.
En 1943, a sus 20 años, Kurt Vonnegut se alistó en el ejército. Al año siguiente, el 14 de mayo de 1944, Vonnegut regresó a casa de permiso por el Día de las Madres y descubrió que su madre se había suicidado la noche anterior con una sobredosis de pastillas para dormir. Este evento tuvo un profundo impacto en Vonnegut e influyó en su vida y sus escritos.
Tres meses después, Vonnegut fue enviado a Europa como explorador de inteligencia, y en diciembre luchó en una de las últimas ofensivas alemanas de la guerra. Vonnegut fue hecho prisionero con otros soldados estadounidenses tras la Batalla del bosque de las Ardenas en Bélgica. Vonnegut sería llevado a un campo de prisioneros al sur de Dresde. Durante el viaje, la fuerza aérea inglesa atacó por error los trenes que transportaban a Vonnegut y a sus compañeros, matando a 150.
Vonnegut llegó a Dresde, la "primera ciudad elegante que había visto en su vida." Vivía en un almacén de carne, en un matadero. Los alemanes no esperaban que Dresde fuera bombardeada, afirmó Vonnegut. "No había industrias de guerra, sólo fábricas de cigarrillos, hospitales y fábricas de clarinetes."
El 13 de febrero de 1945, Dresde se convirtió en el objetivo de las fuerzas aliadas. Los aliados bombardearon la ciudad con bombas incendiarias. La ofensiva dejó 25.000 muertos. Vonnegut quedó traumatizado con el nivel de destrucción en Dresde. Había sobrevivido refugiándose en un frigorífico a tres pisos bajo tierra. "Hacía frío allí, con carne colgando por todas partes," dijo Vonnegut. "Cuando salimos, la ciudad ya no estaba... Habían quemado toda la maldita ciudad". Vonnegut y otros prisioneros estadounidenses fueron puestos a trabajar inmediatamente después del bombardeo, sacando cuerpos de entre los escombros. Describió la actividad como una "búsqueda de huevos de Pascua terrorífica."
Finalmente lo rescataron y enviaron de regreso a los Estados Unidos. Poco después le concedieron el Corazón Púrpura. Fue dado de baja del ejército y regresó a Indianápolis.
Vonnegut dejó su trabajo normal en 1951, a sus 28 años, para dedicarse a tiempo completo a la escritura. Su obra más elogiada se publicó en 1969, a sus 46 años. Se llamaría Slaughterhouse-Five, o Matadero-5, como se llamaba el lugar donde estuvo preso en Alemania.
Matadero-5 trata una de las masacres más horribles de la historia europea (el bombardeo incendiario de Dresde, una ciudad en el este de Alemania, en la Segunda Guerra Mundial, el 13 de febrero de 1945,) con humor fingidamente serio y un claro sentimiento pacifista. Los habitantes de Dresde fueron quemados o asfixiados en horas mientras una tormenta de fuego absorbía y consumía el oxígeno disponible. La escena en el lugar era de una destrucción inimaginable.
Vonnegut sobrevivió por casualidad, confinado como prisionero de guerra en un frigorífico bien aislado, por lo que se salvó del cataclismo del ataque, emergiendo al día siguiente entre las ruinas carbonizadas de un otrora hermoso paisaje urbano.
Vonnegut ha dicho que siempre tuvo la intención de escribir sobre la experiencia, pero se vio incapaz de hacerlo durante más de veinte años. Aunque intentó describir en términos simples lo que sucedió, esta estrategia nunca le funcionó. Un desquiciado cambio de tiempo sería el mecanismo para poder lidiar con la insondable agresión y destrucción masiva que presenció; y sería la solución de Vonnegut al problema de no poder contar una historia indescriptible.
La novela comienza diciendo: Es tan breve, revuelto y tintineante, Sam, porque no hay nada inteligente que decir sobre una masacre. Se supone que todo el mundo está muerto, no dicen nada ni quieren nada nunca más. Se supone que todo está muy tranquilo después de una masacre, y siempre lo está, excepto por las aves. ¿Y qué dicen las aves? Todo lo que hay que decir sobre una masacre, cosas como "¿pio-pio-pio?"
Kurt Vonnegut, como narrador, se dirige directamente a su editor “Sam” en este pasaje. Parece disculparse por entregar un manuscrito tan breve y fragmentado. La ironía de este pasaje es que si no hay nada inteligente que decir sobre una masacre, entonces escribir un libro sobre ella, por breve que sea, sería un gran logro. Quizás como el canto de los pájaros, el libro simplemente sirva como una simple comunicación que demuestra que todavía existe vida en un mundo devastado. El curioso canto del pájaro regresa en la última línea de la novela, dejándonos con la pregunta sin respuesta de cómo es la vida tras el paso de la guerra, el enemigo más devastador de la vida.
Vonnegut escribió prolíficamente hasta sus 84 años, cuando murió en 2007.